COMUNICADO DE EUSKAL IRUDIGILEAK ENTORNO A LA GUÍA DE LOS 500 ILUSTRADORES/AS DE GRÀFFICA, Y ENTORNO A CADA PROPUESTA DE CONCURSO QUE NO DIFUNDIMOS Y TRATAMOS DIRECTAMENTE CON LOS RESPONSABLES DE LOS PROYECTOS.

Desde hace años, y especialmente hace meses trabajamos desde Euskal Irudigileak en contra de formatos de concursos que nos parece que vulneran nuestra profesión y no respetan un mínimo de condiciones para hacer de la ilustración un trabajo digno. Es más, llevamos los casos de malas prácticas a las instituciones que financian los proyectos, y nos parece una manera tan lícita de luchar contra ello como la presión en redes sociales. Pero nos disculpamos si no hemos hecho eco antes de nuestra opinión y escribimos esto para explicaros cómo hemos actuado.

Hemos trabajado con diversas instituciones presentando un modelo distinto al de los concursos de carteles a obra ya terminada, y no difundimos concursos ni publicaciones cuya participación requiera de un pago económico, o supongan hacernos trabajar gratis presentando una obra terminada acorde a unas condiciones previas requeridas desde las bases del mismo certamen.

No siempre lanzamos comunicados contra cada una de estas malas prácticas. A veces nos llega un mail, pidiéndonos difusión, y nuestra respuesta es “No podemos difundir este tipo de iniciativa por esto… por esto… y por esto otro.” Entendemos, que a veces un tema se hace tan hablado que hay que lanzar un comunicado para explicar nuestra postura, pero al ser un colectivo, una asociación no todas las cartas ni todos los comunicados nos representan a cada socio/a, y preferimos trabajarlo de manera interna con los y las implicadas directas/os.
Sentimos si personas esperaban que hubiésemos hecho público este texto desde el minuto uno, pero detrás de este silencio hubo mensajes, notas de audio, llamadas y mails desde Euskal Irudigileak al equipo de Gràffica, con quienes hemos trabajado, quienes han ayudado en muchas situaciones a denunciar malas prácticas contra nuestra profesión, y a quienes a nuestro parecer debíamos darles un margen de tiempo y reacción. Fuimos claros/as y concisos/as con ellos/as.
Primero de todo les hicimos saber que respetamos su trayectoria y nos sorprende que surgiese de ellos un proyecto con las siguientes condiciones:

-CUOTA DE INSCRIPCIÓN PARA FORMAR PARTE DE LA GUÍA.
Resulta impensable que los profesionales de la ilustración que se seleccionen sea en base a quienes pueden gastar una cantidad económica, si precisamente nuestro sector se caracteriza por la precariedad laboral. Muchas personas con talento y sin poder adquisitivo descartarían presentarse y esto haría de la Guía un proyecto de unos pocos. Por otro lado nadie tomaría a ésta como una guía de referencia. CREEMOS QUE PARA CONSEGUIR TENER UNA GUÍA DE REFERENCIA SOBRE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA LA PARTICIPACIÓN DEBE SER GRATUITA, ABIERTA A TODOS LOS Y LAS CREADORAS Y LA SELECCIÓN REALIZADA MEDIANTE UN JURADO PROFESIONAL. Desde APIE nos ofrecimos a ayudar en este proceso.

-NO PAGAR ROYALTIES.
Cuando una imagen se reproduce y distribuye, ésta cumple una finalidad como contenido de un producto, y el autor o autora de esa imagen debe cobrar unos royalties por la difusión de su obra. Camuflar esto como un medio de difusión, el alquiler de un espacio de publicidad, vuelve a ser el mismo discurso de que la visibilidad es una moneda de cambio. Y volvemos al discurso de OEPLI con EL PREMIO LAZARILLO DE ILUSTRACIÓN: que se entreguen de manera gratuita los ejemplares no quiere decir que el autor no deba cobrar su porcentaje de derechos de autor multiplicado por la tirada total de la edición, ¿o es que a la imprenta también le exigen que trabaje gratis al ser ejemplares no a la venta?. Estamos cansados/as de que no se tome en serio nuestro tiempo y trabajo. De hecho OEPLI nos ha decepcionado a todo el sector con este tema. También estuvimos en contacto directo con APIM y agradecemos su esfuerzo en que se retracten de algunos puntos del acuerdo con McDonalds.

-VENTA DE LOS CATÁLOGOS.
Este es el punto más lícito de los tres, pero hace totalmente inviable y agrava la existencia de los otros dos puntos. LOS AUTORES Y AUTORAS NUNCA DEBEMOS HACERNOS RESPONSABLES DE LOS COSTES DE UNA PUBLICACIÓN. EL PRECIO DE VENTA JUNTO A LA TIRADA REPERCUTE DIRECTAMENTE EN EL ADELANTO DE DERECHOS DE REPRODUCCIÓN PARA LOS Y LAS AUTORAS. Existen ayudas institucionales, plataformas de crowdfunding y mecenazgo de proyectos, y de no contar con ello, es preferible que se alce el precio de venta a que se cobren las inscripciones o se elimine el pago de royalties.

Lo último que quisimos hacer saber al equipo de Gráffica es que si se hace una verdadera guía de referencia todo el circuito de la ilustración la va a respetar, difundir e incluso comprar para consultarla de una manera profesional. Les cuestionamos que en el caso de no hacerla en buenas condiciones, en el caso de que esta guía no se respetase ni recomendase entre profesionales de la ilustración, ¿tenía sentido seguir adelante con el proyecto? Y menos mal, la respuesta ha sido NO.
Decir también que es legítimo que Gràffica como empresa lance este producto con estas condiciones, solo que nos decepciona que siendo una referencia dentro del diseño gráfico y la cultura visual, y altavoz de denuncia ante casos injustos, hayan tenido esta idea. Sabemos que tomaban el ejemplo de guía que se suele producir en países como EEUU e incluso en Europa, pero que se haga en el extranjero no quiere decir que en nuestro contexto estatal sea ético llevarlo a cabo. Y desde Euskal Irudigileak no podíamos respaldarlo. Por ello AGRADECEMOS QUE SE HAYA RETIRADO LA PROPUESTA Y TENDEMOS NUESTRA MANO A AYUDARLES A LLEVAR A CABO EL PROYECTO DE UNA MANERA MÁS DIGNA PARA NUESTRA PROFESIÓN.

EUSKAL IRUDIGILEAK – ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE ILUSTRADORAS/ES DE EUSKADI.